El uso de plagucidas aumenta la probabilidad de desencadenar la enfermedad de Parkinson

Las personas que utilizaron alguno de estos productos desarrollaron esta patología unas 2,5 veces más a menudo

La enfermedad de Parkinson podría desencadenarse tras la exposición a los plaguicidas rotenona y paraquat, según se desprende de un estudio realizado por investigadores del Instituto Nacional de Ciencias de Salud Medioambiental (NIEHS), del Instituto del Parkinson y del Centro Clínico de Sunnyvale, todos ellos en Estados Unidos. El estudio indica que los indiduos que utilizaron alguno de estos productos tienen una probabilidad de 2.5 veces mayor de desarrollar esta enfermedad que los que no los emplean.

El fitosanitario rotenona inhibe directamente la función de la mitocondria, la estructura responsable de fabricar energía en la célula, explica la investigadora Freya Kamel, del programa intramural del NIEHS y coautora de este trabajo. Por su parte, paraquat incrementa la producción de ciertos derivados del oxígeno que pueden dañar estructuras celulares, añade. "La gente que utiliza estos fitosanitarios u otros con un mecanismo de acción similar son más propensos a hacer que se desarrolle la enfermedad de Parkinson", asegura la científica.

Los autores de este trabajo estudiaron a un total de 110 personas con Parkinson y a 358 parejas de control del Estudio "Farming and Movement Evaluation" (FAME). El objetivo era analizar la relación entre el Parkinson y la exposición a plaguicidas u otros agentes tóxicos para los tejidos nerviosos. FAME es una investigación que forma parte de otra mayor, el Estudio de Salud Agricultural, un trabajo sobre agricultura y salud desarrollado en cerca de 90.000 aplicadores de plaguicidas autorizados y sus parejas. Los investigadores diagnosticaron Parkinson, de acuerdo con personal especializado en desórdenes del movimiento, y valoraron su uso durante toda la vida a través de entrevistas.

Ninguno de estos dos fitosanitarios se utilizan en la actualidad en jardines o residencias privadas. El uso de paraquat se ha limitado durante mucho tiempo a aplicaciones certificadas, en gran medida por las sospechas -basadas en estudios en animales- de que elevaba el riesgo de Parkinson. El empleo de rotenona como plaguicida contra las especies de peces invasivas es, en estos momentos, el único uso permitido de esta sustancia.

"Estos descubrimientos ayudan a entender los cambios biológicos que subyacen en la enfermedad de Parkinson", señaló la directora de investigación clínica del Instituto de Parkinson y del Centro Clínico de Sunnyvale, Caroline Tanner, líder de este trabajo. "Esto puede tener importantes implicaciones para el tratamiento y, en última instancia, la prevención del Parkinson", concluyó.